Esta cita que les traigo hoy procede de un libro extraordinario que cuenta, entre otras muchas cosas, cómo en tan solo un mes la situación política y social de Albania cambió radicalmente. Cuando algo así sucede, también suele cambiar la forma de hablar de los habitantes de ese país. En estas breves líneas, Lea Ypi explica cómo primero desaparecen las palabras y después lo que nombraban. Es un libro de los que no se olvidan.

«Nos habían advertido de que la dictadura del proletariado estaba siempre amenazada por la dictadura de la burguesía. Lo que no podíamos prever era que la primera víctima de ese conflicto, la señal más clara de victoria, sería la desaparición de esos mismos términos: dictadura, proletariado, burguesía. Dejaron de formar parte de nuestro vocabulario. Antes de que se desintegrara el Estado, se desintegró el propio lenguaje con el que se articulaba esa aspiración. El socialismo, la sociedad en la que vivíamos, desapareció. El comunismo, la sociedad que aspirábamos a crear, donde ya no existiría el conflicto de clases y las capacidades naturales del individuo se desarrollarían plenamente, también desapareció. No solo desapareció como ideal y como sistema de gobierno, sino también como una categoría del pensamiento.

Solo quedó una palabra: libertad. Aparecía en todos los discursos de la televisión, en todos los eslóganes que se vociferaban con rabia en las calles. Cuando por fin llegó la libertad fue como si te sirvieran comida congelada. Masticamos poco, tragamos rápido y nos quedamos con hambre. Algunos se preguntaban si nos habían dado las sobras. Otros dijeron que no eran más que unos entrantes fríos».

Lea Ypi: Libre. El desafío de crecer en el fin de la historia

Imagen: The Body Permanent, de Hazel Miller

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