«A mi querido Hotspur, furor de la prensa sensacionalista:
La música se construye con notas. Lengua con palabras. Ambas comunican. La música es un lenguaje de los sentimientos del corazón. Las palabras son la música de la mente. El teatro es la unión de ambos. Ese es nuestro trabajo: hacer que las ideas y las experiencias suenen como la música. Un lector puede ver un signo de interrogación: «¿?». El lector debe oír ese signo. Palabras como «y», «que», «pero», «o» o «si» son fundamentales. No se puede desperdiciar nada. Hay un abismo de diferencia entre: «…hay que hacerlo» y «si hay que hacerlo». Si se oye el si, sabemos que estamos ante el concepto de elección.
Shakespeare podía hacer cualquier cosa con las palabras. Tú no eres más listo que él, así que no intentes mejorar su texto. Intenta comprenderlo. Si el estilo es torpe o contradictorio, pregúntate por qué. Cada palabra se ha escogido deliberadamente. Créeme.
No hay casualidades. Cada t y d son esenciales. Cada vocal expresa un sentimiento. ¿Verso o prosa? Nunca se trata de una decisión por capricho. Piensa en el momento cumbre de Hamlet; no encontramos un verso acrobático sino una prensa humilde:
«Desafiamos los augurios.
Hay una providencia especial en la caída de un gorrión. Si ha de ser ahora, no está por venir; si no está por venir, ha de ser ahora. Si no ha de ser ahora, sin embargo vendrá, mas la disposición para el momento lo es todo. Estemos preparados»
Que vayan muy bien las representaciones.»
Ethan Hawke: Un brillante rayo de oscuridad
Fotografía de Billy Kidd





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