Estoy enganchadísima a una serie argentina que se llama El Encargado. El encargado es el portero de una comunidad de propietarios (un consorcio) que ve peligrar su puesto de trabajo porque los vecinos quieren construir una pileta (una piscina) en la terraza del edificio, lugar donde ahora está la casita en la que vive Eliseo. La vida entera de Eliseo se podría poner patas arriba si los propietarios (unos boludos y unos pelotudos) le dejan sin laburo y sin casa. Qué va a ser de él.
Se desencadena así un proceso feroz en el que el encargado trata de poner en contra de la pileta al número suficiente de vecinos para que no se lleve a cabo. Va trabajándoselos poco a poco, a algunos les chantajea, a otros les hace favores y a un par de ellos los llama amigos.
Soy consciente de que uno de los atractivos de la serie es escuchar hablar argentino, qué dulzura de entonación, qué maravilla las palabras que sustituyen a las nuestras… hasta las palabrotas suenan bien. Esos boludos y pelotudos que menciono más arriba, la concha de la lora o la concha de tu madre, y ese magnífico ¿tenés pelotas? dicho muy suavecito y con tono inocente.
Les recomiendo vivamente la serie y les recomiendo también un libro de Pablo Marchetti, Puto el que lee. Diccionario argentino de insultos, injurias e improperios. Que disfruten.
Gracias, Mireia.
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