Dice a voz en cuello que últimamente está un poco tonta, que se pone triste por cualquier bobada. Que sueña mucho y se despierta muerta de cansancio. ¿Te puedes creer que me paso la noche soñando con que se me viene una ola encima?, una de esas gigantes como las del Paseo Nuevo. Es que yo no sé, chica, a santo de qué soñar esas bobadas, ahora que estoy tan tranquila que cualquiera diría, si llega a ser cuando estaba mi padre enfermo que estaba preocupada y agobiada todo el día como pollo sin cabeza, ¿pero ahora…? Estoy por ir al médico y decirle a ver si no tiene algo para esta especie de carne de gallina de la cabeza, que sí, no te rías, que es algo así, como si se me pusiera la carne de gallina por dentro de la cabeza. ¿Te ha pasado alguna vez que parece que lo ves todo negro y que te das cuenta de que es cosa tuya pero da igual lo sigues viendo todo negro? ¿Sí? Pues es jodido, ¿eh? Como no se me pase pronto no sé yo cómo lo voy a llevar ni cómo lo va a llevar mi marido porque ganas no tengo de nada… Y encima con las Navidades a la vuelta de la esquina, anda que esto de tener que ser feliz por decreto ley… ¿Te bajas aquí? Vale, nos vemos mañana, sí, sí, gracias.
Imagen: Creature Comforts, Self Portrait 2020, de Frances Featherstone





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