Referencias personales de Matías Rivas es uno de esos libros inclasificables. Cuando el autor habla de sí mismo (poco) podría ser una autobiografía, cuando escribe sobre cuestiones éticas o filosóficas podría ser un ensayo. A veces comparte página con otros autores, como en esta cita que les traigo, y no sé qué género sería entonces el libro, aunque después de todo, qué más da la balda en la que coloquemos a Matías Rivas si al final nos habla de la vida, de lo que nos pasa y de lo que no nos pasa pero nos gustaría que nos pasara. Aquí tienen una muestra:

«Asimilar la intrascendencia que tenemos es complejo. Estamos atravesados por traumas y rencores, a veces invisibles para quienes los padecen. Cómo hacerse cargo de ellos -de la angustia, la presión social, la vejez- es un desfile que cansa, cuyas soluciones son parciales. Puede conducir a visitar médicos o a la conversión religiosa. Lo cierto es que estamos condenados a estar a la intemperie, solos, recogidos en ese escueto espacio de la intimidad. El amor y la amistad alivian, permiten que el deseo fluya hacia zonas de placer y complicidad. Por cierto, no suprimen el precipicio individual, pero acompañan. El opuesto es la desolación descrita por Camus en una entrada de sus Carnets: «cuando vemos que la mayoría en realidad está de espaldas (no por malicia sino por indiferencia) y que el resto conserva siempre la posibilidad de interesarse en otra cosa, cuando imaginamos así todo lo que hay de contingente, de juego de las circunstancias, entonces el mundo se vuelve a su noche y nosotros a ese frío enorme de donde nos había sacado por un momento la ternura humana».»

Matías Rivas: Referencias personales

Imagen: In Bed, de Henri Toulouse-Lautrec

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