Indagar en el origen de las palabras es indagar en el origen del mundo, en la historia de los países y en la nuestra propia. Y aún con algunas de esas palabras podríamos escribir nuestra biografía. Podríamos hacer apartados: palabras cultas que aprendí cuando estudié la carrera, palabras que decíamos en mi casa, palabras que me inventé, palabras que traje del viaje a Argentina, palabras que detesto o palabras que he dejado en barbecho… y así iríamos recopilando un diccionario personal que luego podría ser familiar y después del barrio, de la ciudad, de nuestra región y del país. Y todavía podríamos añadir palabras de otros países como el laburo, el carro o chévere.Y si juntáramos los diccionarios de cada persona y de cada familia obtendríamos un diccionario con más palabras que el de la RAE. Y además cada palabra tendría mas de una definición… Y sí, sería una algarabía de palabras más que un diccionario al uso o de uso. Pero así entre todos sabríamos todas las palabras.
4 respuestas a “Una algarabía de palabras”
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No se podía haber encontrado mejor término para el título de este post que "algarabía", que procede del árabe. Frente a "algarada", tan parecida pero que produce un cierto temor, "algarabía" es una palabra que destila alegría y música, como un revuelo de pájaros. Exactamente lo que produce un grupo numeroso de gente hablando.Josean
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Muchas gracias por la aportación, Josean, yo también pienso que es una palabra preciosa.
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Es verdad que las palabras nos producen emociones, unas veces por su significado otras por su pronunciación más "dura" o más "suave" a nuestro oído. Ya los clásicos latinos utilizaban este recurso cuando escribían poesía. Hay una prueba muy curiosa: si damos nombre a dos seres imaginarios uno "SELOVO" y el otro "KATORRA" y dibujamos uno como una nube con contornos suaves y otro como un erizo con contornos picudos y pinchosos casi todos señalarán a "SELOVO" con el suave y a "KATERRA" con el picudo y pinchoso. Ahora bien cuando una palabra tiene un significado claro y nítido para el oyente su fuerza fonética se desvanece.
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No conocía ese experimento pero yo desde luego, hubiese nombrado "selovo" al suave y "katorra" al espinoso (a pesar de que esta última palabra me suena a "jatorra", que significa 'simpático, llano, agradable' en euskera.Gracias por la aportación, Juan.
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