Me gustan las papelerías, me pierdo entre los diferentes tipos de papel, se me van los dedos a tocar los folios tanto sea un papel satinado como uno rugoso, me gusta comprobar si es fino o grueso, si tiene cuerpo o no. Me gusta mirar a través de él. Me gusta lo que evocan los nombres del papel couché y del papel cebolla.
La palabra papel procede del latín papyrus ‘papiro’ (que a su vez viene del griego ‘pápyros’). La fabricación del papel fue introducida en Europa por los árabes en el siglo X a través de Cataluña e Italia. Es una palabra tan importante en nuestra cultura que -además de sus diversos derivados como traspapelarse, pisapapeles, papelera, papelina, papeleta o papel moneda- la podemos encontrar en muchas y variadas expresiones. Veamos algunas:
. Vaya papelón
. Eso es papel mojado
. Perder los papeles
. Qué papeleta la tuya
. Hay mucho papeleo
. Hacer un buen papel
. Invertir los papeles
. Salir en los papeles
. Te van a empapelar
. Tiene un papel muy difícil
. Desempeñar el papel de madre
. No tener papeles
. Este cartón hace el papel de pantalla
. Hoy ha habido gran cantidad de papel en la bolsa
. Le dieron el papel protagonista
Seguro que se me escapan unas cuantas expresiones todavía. No se corten, ahí tienen los comentarios para añadir las que se les ocurran.





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